Cuando se escribe sobre los tipos de mantenimiento, o más bien, la forma de afrontar el mantenimiento de la maquinaria se hace mención primero al Correctivo, consistente en reparar un fallo una vez que se ha producido y con él todas las consecuencias negativas para la producción: parada inesperada, roturas, retrasos, costes altos, pérdidas e inseguridad. En segundo lugar se cita el Preventivo, que sería la actuación sobre la máquina o la sustitución sistemática de componentes susceptibles de fallar según unos plazos establecidos de tiempo o de trabajo. Esta forma evita muchos de los inconvenientes del correctivo, pero también tiene un coste alto porque se realizan muchas intervenciones innecesarias y se sustituyen componentes que no han llegado al fin de su vida útil.
En tercer lugar se recurre al Mantenimiento Predictivo, que a pesar de su nombre no se trata de un mantenimiento entendido como una actuación sobre la máquina con el objetivo de restituir su disponibilidad o asegurar las funciones para las que fue diseñada.

En Diagnosis Predictiva preferimos llamarlo Ingeniería Predictiva, consistente en una serie de técnicas y métodos que monitorizan unos parámetros indicadores del estado de la maquinaria y de sus componentes. Esa valiosa información se obtiene según el caso de las vibraciones, temperaturas, corrientes, ultrasonidos, lubricantes, o mediciones geométricas de precisión. Analizando estos datos, evaluando tendencias, aplicando nuestros conocimientos y sumando la experiencia acumulada, determinamos si el activo en cuestión está en condiciones de seguir trabajando sin problemas, o hay algún fallo en su fase incipiente sobre el que hay que fijar la atención, hacer seguimiento o programar una actuación preventiva.
